viernes, 21 de diciembre de 2012

¿Qué son las etiquetas RFID y qué relación tienen con la protección de datos personales?

La Identificación por Radio Frecuencia o RFID es una tecnología que permite identificar un objeto gracias a una onda emisora incorporada en el mismo que transmite por radiofrecuencia los datos identificativos del objeto (etiquetas de seguridad, chips, carnet biblioteca, tarjeta de control de trabajadores, pulseras chip, etc.).

Si bien esta tecnología mejora la eficiencia y comodidad de los sistemas de uso diario, a veces plantea riesgos para la seguridad y la privacidad de los usuarios.

En los casos en los que las etiquetas contengan información personal o asociada a personas físicas, serán de aplicación las normas sobre protección de datos personales, en concreto, la LOPD.

Los usuarios deben conocer la tecnología, interesarse por el uso que se va a hacer de ella, conocer el modo de ejercer sus derechos y trasladar a los responsables del uso de estas tecnologías la necesidad de respetar su derecho fundamental a la protección de datos en los procesos de diseño de nuevos servicios de RFID.

El INTECO ha editado una guía sobre la tecnología RFID y sus implicaciones en la normativa de protección de datos que puede descargarse desde aquí.


A TENER EN CUENTA
Antes de utilizar una nueva tecnología hay que ponderar sus beneficios contra las implicaciones que tiene de cara a la privacidad

miércoles, 5 de diciembre de 2012

Cambio de sexo y protección de datos

El informe 0268/2011 de la AEPD resuelve la consulta planteada sobre el modo en que deberán aplicarse las previsiones de la LOPD, y su Reglamento de desarrollo, en el supuesto en que una persona que ha sido sometida a un tratamiento de transexualidad ha solicitado la rectificación de sus datos, de forma que aparezcan recogidos en la historia clínica de la paciente con su nuevo nombre. En particular, se plantea si debería modificarse el nombre de la paciente en los datos relacionados con episodios de la historia clínica acaecidos mientras la paciente era hombre. 

De dicho informe jurídico se extrae lo siguiente:

a) La necesidad de que los datos relacionados con el paciente aparezcan en la historia clínica en su situación actual, de forma que la información aparezca vinculada con la misma.

b) No obstante, los episodios contenidos en la historia deberán conservarse con la debida exactitud e integridad, a fin de poder garantizar una adecuada asistencia sanitaria al paciente a tenor de toda la información sanitaria disponible, teniendo particularmente en cuenta las peculiaridades que pudieran derivarse, en relación con determinadas dolencias, del sexo del paciente, dado que en la consulta se señala que “el modo de enfermar es diferente en función del género”, existiendo además determinadas dolencias vinculadas exclusivamente a un género determinado.

Consecuencia de todo ello será que si bien la información contenida en la historia clínica deberá figurar en su denominación bajo el nombre de la paciente, los concretos episodios contenidos en la misma deberán conservar la información necesaria que garantice el conocimiento por los facultativos que accedan a la historia de que la paciente en el momento de desarrollarse dicho episodio era del género masculino.


A TENER EN CUENTA
Cuando se tratan datos de personales relativos a la salud hemos de ser extremadamente cautos.